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lunes, 18 de septiembre de 2017

Red Velvet Shortbread Cookies (sin Huevo)

    ¡¡7 años ya de blog!! Casi no puedo creerlo.
    Con muchos altibajos (ahora mismo más que bajo es subterráneo) el blog siempre ha sido un fiel compañero a lo largo de todo este tiempo. En alguna ocasión he llegado a plantearme tirar la toalla pero, ¡qué diablos!, si es algo con lo que realmente disfruto al final opté por bajar el ritmo y en ese punto, casi subterráneo como comentaba anteriormente, es en el que nos encontramos.
    En estos 7 años he publicado muchas recetas y aún quedan muchas por ver la luz así que, con un poco de paciencia, poco a poco irán desfilando por aquí.
    ¿Qué mejor manera de reiniciar la marcha tras las vacaciones que con la celebración del inicio de este séptimo año? Y, como esta entrada es de celebración, no podía traeros otra cosa que no fuera un dulce, algo sencillo y rápido de preparar y mucho más rápido de comer, jejjeje.


    Esta no era la idea original que tenía en mente para la celebración pero unas galletas parecidas se cruzaron en mi camino y no me pude resistir a comprarlas y estaban tan tan sumamente deliciosas que me puse como una loca a buscar una receta para recrearlas.


    No las he dejado tan crujientes como las que compré ya que a mí me gustan más un poco más esponjosas pero, de sabor, están igual de ricas... que digo ricas, están espectaculares.
 

    Ingredientes (para 10 galletas de 8cm de diámetro)
  • 155 g de harina
  • 65 g de azúcar
  • 10 g de cacao en polvo sin azúcar (usé Valor)
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 100 g de mantequilla fría, en trocitos
  • 1/4 de cucharadita de colorante rojo (usé Red Extra de Sugarflai)
  • 50 g de pepitas de chocolate blanco

    Precalentar el horno a 165ºC.
    Colocar la harina, el azúcar, el cacao y la sal en un procesador de alimentos y poner en marcha hasta que la mezcla esté uniforme.
    Añadir la mantequilla y el colorante e ir dando pulsos. Primero se empezarán a hacer como migas que luego, poco a poco, se irán compactando.
    Sacar la masa del procesador y amasar un poco para formar una bola.
    Estirar entre dos hojas de papel de horno, con ayuda de un rodillo, hasta que tenga unos 6mm de grosor. Cortar con un cortapastas e ir dejando las galletas sobre una bandeja de horno forrada con papel. Repartir las pepitas de chocolate sobre las galletas apretándolas un poco sobre la masa.
    Hornear a mitad de horno durante unos 15 minutos si quieres unas galletas blanditas o unos 20 minutos si las quieres crujientes, pero siempre vigilando que no se tuesten demasiado ni se quemen... que ya sabéis que cada horno es un mundo.
    Sacar del horno y dejar templar en la misma bandeja ya que si las intentáis sacar antes se os pueden romper (os lo digo por experiencia ya que una se me partió y la mitad se fue al suelo, buuaaa, menudo desperdicio)
    Cuando estén templadas pasar, con cuidado, sobre una rejilla para que se terminen de enfriar.


    Hacía tiempo que no galleteaba en casa y ahora me ha entrado el mono, así que no descarto enseñaros algún otro tipo de galleta en breve. Mientras disfrutad de esta maravilla que merece la pena.

    Fuente : Recipe Girl