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jueves, 13 de abril de 2017

Bacalao sobre parmentier con puré de espinacas y kétchup de frambuesa {Reto Veo, veo}

    No hay alimento más tradicional en la cuaresma y la Pascua, aparte de los dulces claro está, que el bacalao. Así que no me he podido resistir a traeros un plato con el susodicho que, además, es uno de mis pescados preferidos.
    Esta receta es fácil aunque algo elaborada ya que con ella participo en el reto Veo, veo. La idea de este reto es sencilla, te dan una foto y tienes que preparar un plato cuyo resultado final concuerde con dicha foto. Eso es lo chungo y a la vez la parte más divertida y estimulante ya que que te queden los mismos colores y texturas es realmente complicado.
    La foto que debíamos copiar en esta ocasión por Blanca, cabeza pensante y lianta del reto, es esta del Chef Jesús Núñez.


    Espero que os guste el resultado de mi aportación y la foto de mi plato se parezca lo suficiente como para que se reconozca en ella a la original. Desde luego, el resultado de mi atrevimiento estaba realmente delicioso.


    Ingredientes :
  • 4 lomos de bacalao 
  • Tiritas de corteza de limón
  • Brotes tiernos de rúcula
  • 2 rabanitos
  • Escamas de sal negra
    Para el parmentier
  •  480 g de patatas
  • 15 g de mantequilla
  • 100 ml de leche
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo recién molida
    Para el puré de espinacas
  • 80 g de espinacas
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharaditas de nata
  • 50 ml de agua
  • 1 pizca de sal
    Para el kétchup de frambuesa
  • 15 frambuesas 
  • 1 cucharada de vinagre de frambuesa
  • 1 cucharada de azúcar
  • 3 tomates cherry en aceite
  • 1 pizca de sal
  • 1 chorrito de agua
  • Pimienta negra recién molida
   
    Lo primero que haremos será preparar el kétchup para que le dé tiempo a enfriarse.
    Poner todos los ingredientes en un cazo y dejar cocer durante 10 minutos, a fuego suave, removiendo para que no se pegue al fondo. Triturar, colar para que quede bien fino, meter en un biberón de cocina y dejar enfriar.
    Lavar bien las patatas y ponerlas a cocer en abundante agua con un poco de sal hasta que al pincharlas estén tiernas. Escurrir y dejar enfriar un par de minutos antes de retirarles la piel. Chafarlas con un tenedor, añadir la mantequilla y remover hasta que esté derretida. Verter la leche poco a poco y remover hasta que el puré esté uniforme. Salpimentar al gusto y reservar en caliente. No tiene que estar muy líquido para poder darle forma después.
    Poner en una sartén las espinacas lavadas y bien escurridas junto al aceite y dejar cocinar. Añadir el agua y la nata y dejar reducir un poco.  Triturar, colar, rectificar de sal y poner en otro biberón de cocina. Reservar en caliente.
    Escaldar en bacalao durante un par de minutos, retirar y separar en lascas.
    Una vez elaboradas todas las preparaciones solo habrá que proceder a montar el plato. Poner un rectángulo de parmentier en el fondo del plato. Colocar encima las lascas de bacalao. Trazar líneas y puntos en el plato con el puré de espinacas y el kétchup de frambuesa. Terminar de decorar con láminas de rabanitos, tiritas de piel de limón, brotes tiernos de rúcula y escamas de sal negra.


    Si queréis ver el resto de participaciones solo tenéis que pinchar aquí ¿me acompañáis a ver las maravillas han preparado mis compis de reto?

miércoles, 5 de abril de 2017

Crema de calabaza a la citronella con gambas. Receta de K.Arguiñano {Reto Cooking the Chef}

  Parece que la primavera por fin ha hecho acto de presencia, por lo menos aquí en Valencia. Las mañanas aún son bien fresquitas y, mientras los pájaros dan la bienvenida  al alba con sus trinos, el rocío saca cientos de destellos de los campos. En los naranjos los frutos rivalizan con las flores y el suelo se cubre con un manto de sus pétalos. El amanecer te envuelve con aromas de tierra mojada y azahar.
    Todo muy idílico y poético... si no fuera por las malditas alergias 😕
    Además que, aunque tempranito aún te apetece tomar algo caliente, a mediodía tanto puede seguir el fresco como hacer un calor de mil demonios. Esta receta que hoy traigo puede solucionar muy bien el decidir que preparar para comer ya que es muy versátil a la hora de servirla.


    Este mes, en el reto Cooking the Chef,  le tocaba a Aisha elegir, eso quiere decir que tocaba que fuera nacional. El Chef ha sido, nada más y nada menos que, Karlos Arguiñano.
    Yo creo que el tener tantísima receta donde elegir ha sido contraproducente para mí porque no encontraba nada que me llegara como para querer publicarlo en el blog, eso y que no he estado demasiado inspirada últimamente. Al final encontré esta crema que me pareció una gran idea ya que, aunque él recomienda comerla fría, también está deliciosa templada o incluso caliente, algo muy a tener en cuenta con estos cambios de hoy para mañana totalmente primaverales. La única variación que he hecho de la receta original ha sido la forma de preparar las gambas, yo las he pasado simplemente por la plancha... que habrá que ir pensando en la operación bikini ¿o no? 😉


    Ingredientes :
  • 1,100 kg de calabaza
  • 2 cebolletas
  • 8 gambas
  • 30 g de pistachos
  • 2 ramas de citronella*
  • 1 cucharada de hierba luisa seca
  • 500 ml de agua
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
   *También llamada lemon grass, que es como lo llama Arguiñano
 
    Poner a cocer en una cazuela las ramas de citronella, cortada en trozos, con el agua. Agregar la hierba luisa y dejar cocer 10 minutos. Sazonar, dejar reposar y colar.
    Picar las cebolletas y la calabaza y rehogar en una cazuela con un chorrito de aceite. Salpimentar y cocinar durante 15 minutos.
    Pelar los pistachos y romper en trozos sin triturar demasiado. Reservar.
    Verter la infusión colada y dejar cocer otros 10 minutos. Triturar y reservar.
    Pelar las gambas, retirar el intestino y sazonar. Pinchar con una brocheta cada gamba y pasar por la plancha durante un par de minutos por cada lado.
    Servir la crema, espolvorear los pistachos en el centro y acompañar con un par de las gambas calientes en uno de los lados. Rociar con un hilo de aceite y decorar con una hoja de perejil.


    La crema está rica rica y, como diría Arguiñano, "con fundamento", así que no me ha quedado más remedio que adornar los platos con una hoja de perejil.
    Si queréis ver las maravillas que han preparado el resto de los participantes del reto solo tenéis que pinchar aquí.